Resumen
La merma en la productividad está vinculada a la reducción de la rentabilidad. Aunque se desconoce el costo exacto de las enfermedades, en general se estima que asciende a decenas de miles de millones de dólares cada año. La mortalidad representa la pérdida de ganancia más evidente, pero también existen muchos costos ocultos asociados a las enfermedades, como, por ejemplo:
Las prácticas implantadas en la acuicultura intensiva, como el uso de antibióticos, la desinfección, e incluso la alimentación, pueden favorecer la proliferación de bacterias patógenas (Figura 2). Esto se debe a que muchos patógenos son estrategas R, lo cual significa que tienen altas tasas de crecimiento, especialmente en ambientes no competitivos, y pueden dominar en condiciones inestables. Por el contrario, los estrategas K, entre los que se incluyen muchos probióticos, crecen más lentamente, pero dominan en condiciones estables. Esto significa que es necesario contar con un plan de manejo de las enfermedades durante todo el ciclo de producción. Ello debe incluir la vigilancia constante de las bacterias oportunistas y la priorización de estrategias proactivas para evitar brotes de patógenos, o medidas reactivas, como el uso de antibióticos.
Fuente: Vadstein et al. 2018
Al igual que en otros sectores productores de proteínas, también en la acuicultura se han utilizado tradicionalmente antibióticos para tratar las infecciones bacterianas. Sin embargo, su uso excesivo conduce a la resistencia a los antimicrobianos. Como consecuencia, el sector ha puesto en marcha numerosas iniciativas para reducir su dependencia y a favor de la salud preventiva. A modo de ejemplo, además de cumplir con los criterios del ‘Aquaculture Stewardship Council’ (ASC), la alianza ‘Sustainable Shrimp Partnership’ (SSP) en Ecuador también sugiere que sus miembros no utilicen antibióticos. Del mismo modo, Noruega incrementó su volumen de producción de salmón, reduciendo el uso de antibióticos en un 99%. Aunque en menor medida, el sector de salmonicultura chileno también logró reducir el uso de antibióticos en un 50% desde 2017. En 2022, la industria del salmón en Chile informó haber utilizado 458,6 g de antibióticos por cada tonelada de salmón del Atlántico producida (CSARP, 2022).
Los alimentos balanceados funcionales son parte importante de un programa robusto de manejo sanitario, pero no son la solución definitiva. Por lo tanto, es necesario explorar los múltiples componentes activos con modos de acción complementarios. Estos incluyen, entre otros:
La Septicemia Rickettsial Salmonídea (SRS), causada por el agente etiológico Piscirickettsia salmonsis, es la enfermedad infecciosa más relevante en el sector de salmonicultura chileno desde la década de 1980, con un costo superior a 300 millones de dólares al año. Se estima que más del 95% de todos los antibióticos utilizados en la acuicultura chilena se emplean para el tratamiento de la SRS.
En un estudio reciente, Biotronic® Top3, un acidificante mejorado, fue capaz de reducir significativamente la mortalidad del salmón del Atlántico tras un desafío de cohabitación con Piscirickettsia salmonsis durante 65 días (55,0 ± 7,9% versus 72,2 ± 13,9%, respectivamente; p = 0,0064). En el mismo estudio, se calculó que el acidificante mejorado redujo la probabilidad de un evento de mortalidad en casi un 40%.
Es interesante observar que estudios in vitro han demostrado que el acidificante mejorado también redujo la actividad de la bomba de eflujo en los patógenos, que representa un importante mecanismo para la resistencia antimicrobiana. Ello sugiere que Biotronic® también es una herramienta muy útil en los alimentos balanceados medicados y en la mitigación.
Un estudio reciente investigó los efectos de Biotronic® en la salud y el desempeño de la tilapia desafiada con Aeromonas hydrophila. Los juveniles de tilapia se dividieron en 12 estanques y recibieron una de cuatro dietas. El grupo suplementado con Biotronic® presentó las mejores tasas de supervivencia y el mejor crecimiento, especialmente en lo que se refiere a la conversión alimentaria, comparado con los que recibieron otros productos de ácidos orgánicos. En general, el estudio sugiere que Biotronic® puede ayudar a mejorar la salud y la eficiencia de la producción de tilapia.
Peso final (g) | Biomasa (g) | Tasa de Crecimiento Semanal | ICA | |
Control | 84.7 ± 1.2 | 3 322 ± 49 | 3.30 ± 0.02 | 1.04 ± 0.02ab |
Biotronic® | 87.0 ± 2.2 | 3 390 ± 61 | 3.34 ± 0.04 | 1.02 ± 0.02a |
Comp. 1 | 85.7 ± 1.4 | 3 342 ± 63 | 3.32 ± 0.03 | 1.03 ± 0.02ab |
Comp. 2 | 83.0 ± 0.4 | 3 256 ± 33 | 3.27 ± 0.01 | 1.06 ± 0.01b |
Figura 4: Supervivencia de peces alimentados con diferentes dietas tras un desafío con A. hydrophila durante 20 días. La tabla a continuación indica los datos de desempeño durante la etapa de crecimiento de ocho semanas del estudio.
Los brotes de enfermedades pueden alterar el equilibrio de la microbiota intestinal del camarón, lo cual provoca una pérdida de diversidad microbiana. Los estudios sugieren la existencia de un vínculo entre dichas alteraciones y la gravedad de la enfermedad, lo cual, a su vez, resalta la importancia de un microbioma intestinal saludable para la resiliencia del camarón. Es en parte por ese motivo que los probióticos están ganando terreno en la acuicultura. En el cultivo del camarón, los probióticos se pueden utilizar en la alimentación para favorecer la salud intestinal y, potencialmente, mejorar la capacidad de los animales de afrontar situaciones de estrés. También pueden utilizarse en el tratamiento del agua para la biorremediación.
No obstante, las enfermedades aún pueden manifestarse. Desde su identificación en China en 2009, la Necrosis Hepatopancreática Aguda (AHPND por su sigla en inglés) se ha convertido en un problema global para el sector camaronero, con pérdidas estimadas de más de 40 mil millones de dólares. En un estudio reciente, el producto AquaStar® GH demostró ser dosis dependiente, tras el desafío de camarones con Vibrio parahaemolyticus (inmersión de 1 hora a 1,25 x 106 UFC / ml). En la dosis más alta, 1,7 g/kg, se observó una mejora del 60% en relación con el grupo de control (Figura 5).
Los patógenos representan una amenaza constante para el sector acuícola y un importante obstáculo para el crecimiento futuro. El sector debe colaborar e innovar de forma conjunta, creando alianzas a lo largo de toda la cadena de valor para desarrollar un enfoque más proactivo en el manejo de las enfermedades, incluido el uso de alimentos balanceados funcionales. Esto conlleva un doble beneficio, dado que mejora la salud y la supervivencia de los peces y camarones, al tiempo que constituye una estrategia fundamental para reducir nuestra dependencia de los antibióticos, en beneficio de las personas, el planeta y los resultados económicos.
22 diciembre 2025